CIEN AÑOS CAMBIANDO VIDAS

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GUIAS SCOUTS DEL PERÚ

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sábado, 8 de mayo de 2010

Feliz día de la Madre - Mensaje de nuestra Presidenta Nacional



"Madre: la palabra más bella pronunciada por el ser humano", Kahil Gibran.




Muchas felicidades para todas nuestras mamás queridas, para las mamás de quienes aún no lo son y el recuerdo con mucho amor para quienes están en el cielo.

Gracias por compartir su tiempo, experiencia y amor con nuestras niñas.
Con mucho cariño les envío el siguiente poema:
Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego”

Alguien me dijo que no es casual…que desde siempre las elegimos.
Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos
y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan. Pasan las décadas y al volver a recorrer los ríos esos cauces,
tengo muy presentes las cualidades que las trajeron a mi tierra personal.

Valientes, reidoras y con labia. Capaces de pasar horas enteras escuchando,
muriéndose de risa, consolando. Arquitectas de sueños, hacedoras de planes,
ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna.

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de “un fuego”, nacen
fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan,recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan,se conduelen.

Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas para afuera en vacaciones,
el patio de un colegio, el galpón donde jugábamos en la infancia,
el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque,
la señal dealarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable
que son las quedadas a dormir en la casa de las otras.

Las de adolescentes después de un baile, o para preparar un exámen,
o para cerrar una noche de cine.
Las de “vente el sábado” porque no hay nada mejor que hacer en el mundo
que escuchar música, y hablar, hablar y hablar hasta cansarse.
Las de adultas, a veces para asilar en nuestras almas a una con
desesperanza en los ojos, y entonces nos desdoblamos en abrazos, en mimos,
en palabras, para recordarle que siempre hay un mañana. A veces para
compartir, departir, construir, sin excusas, solo por las meras ganas.

El futuro en un tiempo no existía. Cualquiera mayor de 25 era de una vejez
no imaginada…y sin embargo…detrás de cada una de nosotras, nuestros ojos.
Cambiamos. Crecimos. Nos dolimos. Parimos hijos. Enterramos muertos.
Amamos. Fuimos y somos amadas. Dejamos y nos dejaron. Nos enojamos para
toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena.
Cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar.

Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos. O no.

Creímos morirnos muchas veces, y encontramos en algún lugar la fuerza de
seguir. Bailamos con una pareja, pero la danza más lograda la hicimos para
nuestros hijos al enseñarles a caminar.

Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y
de sombras. Noches de miles de estrellas y noches desangeladas. Hicimos el
amor, y cuando correspondió, también la guerra. Nos entregamos. Nos
protegimos. Fuimos heridas e inevitablemente, herimos.

Entonces…los cuerpos dieron cuenta de esas lides, pero todas mantuvimos
intacta la mirada. La que nos define, la que nos hace saber que ahí estamos,
que seguimos estando y nunca dejamos de estar.

Porque juntas construimos nuestros propios cimientos, en tiempos donde
nuestro edificio recién se empezaba a erigir.

Somos más sabias, más hermosas, más completas, más plenas, más dulces, más
risueñas y por suerte, de alguna manera, más salvajes.

Y en aquel tiempo también lo éramos, sólo que no lo sabíamos.
Hoy somos todas espejos de las unas,
y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono.

Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego”
que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, hay aquelarre, misterio,
tormenta, centellas y armonía. Como siempre. Como nunca. Como toda la vida.


Para todas las brasas de mi vida, las que arden desde hace tanto,
y las querecién se suman al fogón.
También para las que hoy no están tan cerca pero entibian la vida.

Elizabeth Mac-Lean




SALUDOS DESDE AYACUCHO

Apreciadas amigas y amigos:
Estando próximos a celebrar el Día de la Madre, queremos llegar a tod@s ustedes para expresarles nuestro reconocimiento, cariño y felicitación por el Día de la Madre.

Reconocemos en ustedes madres educadoras, el cariño, esfuerzo y dedicación que ponen en la construcción de nuestro querido Perú. Pedidos a María nuestra Madre, que las bendiga y les de fortaleza para seguir siendo referentes positivas para sus hijos y la sociedad.

Así mismo hacemos llegar un afectuoso saludo a las esposas y madres de quienes comparten nuestra labor educativa.

Un afectuoso abrazo
Rocío Límaco Barnett